Cap 22.

-Miriam, ¿puedo pasar?-Dijo una voz, acompañada con un par de golpecitos en la puerta.

Por la voz ronca reconocí que era Harry.

-Mmm…sí-Contesté aturdida.

Harry traía una bandeja con un par de tostadas y dos vasos de zumo de naranja.

-¿Te he despertado? Dijo éste al entrar.

Sí, ¿Qué hora es? Dios, como me duele la cabeza…

-Eso te pasa por beber tanto… Son las 12:30-Me respondió sentándose junto a mí.

-¿Bebí? No me acuerdo de nada…

-Bastante, toma anda…Con esto te sentarás mejor-Dijo Harry ofreciéndome un vaso de zumo.

-¿Me has preparado el desayuno? Rizos… ¿tienes fiebre?

Iba a contestar pero yo le callé.

-No hables, no vayas a estropear el momento con lo bien que te ha quedado todo…-Dije mientras le daba un beso en la mejilla.

-Oye… ¡No sabía que cantabas!-Comentó Harry mientras se comía una tostada.

-¿Qué?-Pregunté incrédula.

Harry comenzó a reír ante mi reacción, cuando finalmente se recompuso dijo:

-Cantaste en la fiesta junto con tus amigas… La verdad es que lo hiciste bastante bien.

-¡Qué desastre! Pues no me acuerdo…

-Anda, ¡come ya! Ya te acordaras…

Desayunamos juntos, Harry era el mejor amigo que una persona podía tener… Le quería mucho.

-Me tengo que ir… y no quiero-Agregó éste.

-¿Adónde?

-He quedado con Liam…

-Pues entonces, ¡muévete! Ya sabes cómo se pone si lo hacen esperar…

-Lo sé…  Pero que conste que me gustaría pasar toda la mañana contigo…

-Si sí… ¡Ten cuidadito, anda! Que ya sabes que los bombones al sol se derriten…

-Por eso te veo siempre a oscuras, ¿no?-Dijo mientras me guiñaba un ojo.

-¡Bobo!-Dije despidiéndole con un abrazo.

Al marcharse Harry salí de la habitación…necesitaba encontrar una pastilla o la cabeza me estallaría.

-¿Dónde estaban todos?-Pensé al ver que no había nadie en el salón.

Fue entonces cuando tropecé con Niall.

-¿Cómo amaneciste?-Me preguntó.

-Bien…Niall ,¿Qué pasó anoche?

-¿Cómo? ¿No te acuerdas de nada?

-Bueno, me acuerdo que me quería meter al agua y tú me detuviste… pero ya no me acuerdo de nada más.

Vi como el rostro de Niall se ensombrecía.

-Oye…no diría nada malo, ¿no?

-No, Miriam. No dijiste nada malo…fuiste la misma niña odiosa de siempre y encima diciendo tonterías porque estabas borracha-Gritó Niall.

-¡Y tú eres un subnormal! Haber… ¿Por qué no querías que me metiera en el agua? ¿Por qué me cuidabas?

-Mira, no te hagas ilusiones. Qué si lo hice fue porque no quería que se rieran de ti… como siempre.

-¡Eres un estúpido, Niall!-Dije dejándolo solo.

Salí al jardín necesitaba un poco de aire…

-¿Qué te pasa?-Me preguntó Louis al verme.

-Nada… el idiota de Niall, pero da igual.

-No sé qué voy a hacer con ustedes…

-Nada… esto no tiene arreglo. Oye, ¿y las chicas?

-Se han ido a organizar tu…

Vi como Louis dudaba.

-¿Mi qué?

-¿He dicho tu? Olvídalo quería decir mi…

-¿Te pasa algo? Qué raro estas…

-¡Louis!-Gritó él mismo.

-Vaya me llaman… lo siento hermanita pero tengo que irme.

-P-pero…

Fui inútil seguir hablando… Louis ya se había ido.

Las chicas no estaban… por lo que decidí irme a casa.

(Narra Niall)

No se acordaba de nada… Ni tampoco del beso.

Era un estúpido… Hoy estaba dispuesto a decirle que la amaba, que estaría dispuesto a luchar por ella… Que tonto había sido.

-Niall…¡la he cagado!-Me gritó Louis.

-¿Qué te pasa?

-Casi le digo a Miriam lo que tenemos planeado para su cumpleaños.

-¡Es que no hay otro tema de conversación! ¿Por qué siempre tenéis el nombre de ´´Miriam´´ en la boca?

-¡Eh… eh! ¿Qué mosca te ha picado?

-Estoy harto… eso es todo.

-Lo que yo creo es que estás enamorado, amigo.

-¿De quién?

-¿Tu qué crees? De Miriam…

-Louis… no estoy para tonterías.

-Rubio, te conozco. Eres uno de mis mejores amigos… y sé que lo estás pasando mal.

-No lo estoy pasando mal…

-¡Vamos! ¿A quién quieres engañar? Ya no eres el mismo de antes…

-¿Quieres que te diga la verdad? Sí… me gusta. Estoy enamorado.

-¿Y bien?

-Ella… Harry…

-Niall… ¿qué te hace pensar que ella tiene algo con él?

-Lo sé… Y no quiero pelearme con Harry como ya sucedió la otra vez con…

-Emily…

-Sí…No sé qué voy a hacer.

-Niall… no es por ser pesado, pero ¿Qué pasaría si Miriam estuviera enamorada de ti?

-No lo está.

-Suponlo por un instante… ¿También la dejarías ir?

-Nosotros no podemos estar juntos…

-Creo que si Harry supiera de esto… estaría bastante decepcionado.

-¿Decepcionado? Pero si le estoy dejando el camino libre…

-Por eso mismo, tú estás cambiando aunque no te des cuenta y los que te queremos sabemos que este Niall… no eres tú. ¿Qué pasa con las directioners? Ellas también se darán cuenta…

-Yo… soy el mismo de antes.

-Piensa lo que quieras, pero creo que nuestras fans se merecen al menos vernos felices a los cinco.

-Tienes razón… ¿sabes qué? Se acabó el sufrir por una tía.

-¡Así se habla! ¿Lucharas por ella?

-¡No…! Al revés,  voy a salir con Ketza.

-¿Con quién?

-Una chica que he conocido… ¡Eso es! Me voy a enamorar de ella… y ya no me importará nada.

-Estás loco, duende.

-Así era yo antes… ¿no? Anda, arréglate que nos vamos a Nando´s.

-¡Ese sí que eres tú! Siempre pensando en comida, amigo.

-¡Siempre!-Grité mientras reíamos los dos.

(Narra Miriam)

-Mamá… ¡Ya estoy aquí!

-¿Te divertiste?

-Sí…

-Miriam… tengo una mala noticia.

-Dime.

-¿Te acuerdas de tu prima Ángela?

-Mamá… es mi prima. ¿Cómo no me voy a acordar de ella?

-Tienes razón-Dijo mi madre riéndose.

-Bueno, ¿Qué pasa con ella? ¿Está bien?

-Ah, sí… Lo que pasa es que se va a casar dentro de 4 días.

-¡Qué bien! ¡Tengo que felicitarla! ¿Dónde está la mala noticia?

-Veras… sabes que su padre murió. 

-Sí… nunca se llevasteis bien.

-Exacto. Pero… no quiero dejar a mi hermana sola.

-¿Mamá? ¿Qué quieres decir?

-Qué tu tía me ha llamado… diciendo que le gustaría que estuviera con ellas en un día tan importante.

-¿Qué? Mamá… yo no puedo estar viajando de un sitio para otro todo el tiempo. Las clases han empezado.

-Lo sé… por eso no sé qué hacer.

-Yo tengo una idea… puedo quedarme en casa de una de mis amigas y ya.

-¿Dejarte sola? ¿En Londres? Ni lo sueñes…

-Mamá… está Mike y Anne.

-Miriam…

-¡Vamos mamá! Dentro de nada tendré 17 años.

-Para mí sigues siendo una renacuaja.

-Piensa que… sólo serán 4 días…

-Tienes razón… pero y…¿si no te puedes quedar en casa de tu amiga?

-Me quedaré aquí…

-Esta casa es muy grande… me da miedo.

-Mamá… ya lo decidiremos. ¡Ahora vamos a tomarnos algo!

Cogí a mi madre del brazo y me largué con ella hacía la primera cafetería que viera abierta.