Me levanté muy temprano… era el día
de las despedidas. Faltaban por lo menos tres horas para irme al
instituto… por lo que no tenía problemas.
Notaba como en la casa había un
silencio sobrehumano, nadie quería hablar.
Mi madre estaba terminando de hacer las
maletas… mientras que mi padre iba y venía nervioso por toda la
casa. Mike llegaría enseguida para llevarles al aeropuerto.
-Mamá… ¿te ayudo?
-No, no hace falta. Ya he
terminado-Dijo mi madre cabizbaja.
-Mamá solo serán 4 días… Tampoco
es para tanto.
-Serán los cuatro peores días de mi
vida…
-Alá, como lleves ese optimismo a la
boda… la arruinas.
-Mª Carmen, ¡ya está aquí Mike!
Le ayudé con las maletas y salimos
fuera. Hacía mucho frío…
-Bueno… ha llegado el momento-Dijo mi
madre mientras que mi padre y Mike metían las maletas en el coche.
-Os echaré de menos…-Dije mientras
que la abrazaba.
-Mi pequeña… ¡Pórtate bien, eh!
-Sí… ¡y tú dale recuerdos a todos!
Toma casi se me olvida, dale esto a Rocío y dile que desearía que
estuviera aquí conmigo-Dije entregándole una foto de los chicos
firmada.
-Se va a morir…-Comentó mi madre
riendo.
-Las maletas ya están metidas-Dijo mi
padre.
-Adiós papá… ¡eh!
-Pero si llegaremos aquí como más
tardar el sábado…
-Veo que tu hija ha salido a ti…
Mis padres me abrazaron al despedirse.
-Bueno, bueno ya está bien. No quiero
llorar y casi lo estáis consiguiendo-Dije apartándome.
-Yo ya lo estoy haciendo-Dijo mi madre
mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
-Anda, irse ya... o ¡perderéis el
avión!-Grité riendo.
Mis padres se marcharon con Mike y yo
entré de nuevo en la casa.
-Aún falta mucho para que empiecen las
clases...Pensé.
Cogí mi móvil y sin darme cuenta
llamé a Harry...Colgué enseguida ya que no eran ni las siete de la
mañana aún.
Mi móvil comenzó a sonar... Era
Harry.
-¿Miriam?-Me dijo una voz aturdida.
Seguro que lo había despertado.
-Harry... te he llamado sin querer, lo
siento.
-Pues no te perdono... has interrumpido
mi sueño.
-Seguro que tampoco era para
tanto...-Dije mientras reía.
-En el sueño no decías lo
mismo...-Dijo ahora éste con una gran risa.
-¡Eres un cerdo!-Le grité.
-Pero si ni siquiera sabes de que
iba...
-Pero me lo imagino por tu tonito de
voz...
-Oye, cambiando de tema...¿Ya se han
ido tus padres?
-Sí... hace un ratillo que llegó Mike
para llevarles al aeropuerto.
-¿Quieres que te lleve al
instituto?-Dijo Harry con tono protector.
-Rizos... sé cuidar de mi misma.
-Bueno, bueno... entonces te veo
después del instituto.
-Sí... llegaré sobre las tres y media
o así.
-¿Tan tarde?
-Tengo que preparar las cosas para
llevármelas, Rizos.
-¡No te olvides la lencería sexy!
-¡Vete a la mierda!-Dije riendo
mientras le colgaba.
-Que chaval...-Pensé.
Fui a la cocina a prepararme una
tostada con nutella...
Y comencé a vestirme y a peinarme.
Salí de casa... y entonces una voz me
llamó.
-¿Dylan? ¿Qué haces aquí?
-Quería que nos fuéramos juntos al
instituto.
-Pues vamos...
-Oye...¿En España sois todas así?
-¿Así?
-Sí...así de guapas.
-Son más guapas...-Dije riendo.
-Creo entonces que iré de vacaciones a
España.
-¡Me voy contigo!
Se hizo el silencio mientras íbamos
caminando.
-Miriam,¿te gusta alguien?
En ese momento me paré en seco, tomé
un poco el aire y seguí andando.
-¿A qué viene eso?
-Sólo era curiosidad...-Dijo éste.
-Pues no, no me gusta nadie.
-¡Genial! Creí que te gustaba alguno
de esos ricachones con los que te ajuntas...
-¿Te refieres a los chicos? Ellos son
mis mejores amigos... y preferiría que no les llamaras así.
-Vale...¿Puedo hacer algo?-Dijo Dylan
mientras se ponía frente a mí.
-Sí... Bueno según...
No me dejó terminar cuando éste puso
los labios sobre los míos.
-¿Qué haces?-Dijo cuando el beso
paró.
-Miriam... he pensado que quizás...
-¡vamos a llegar tarde!-Dije mientras
salí corriendo.
Y ahora...¿que debía hacer?
Llegué a clases. En todo momento
evitaba la mirada de Dylan.
No quería salir con él... ni con
nadie.
Llegó el momento en que las clases
acabaron y parecía que me había librado de él... pero no fue así.
-Miriam...Necesitamos hablar.
-Sí... eso parece.
-Siento mucho haberte besado de esa
manera... pero es que me gustas y mucho.
-Yo no... no quiero salir con nadie.
-¿Por qué no? Me dijiste que no te
gustaba nadie...
-Y no me gusta nadie, pero no sé... No
estoy preparada ahora mismo.
-Déjame ayudarte...-Dijo mientras se
acercaba a mí.
Yo retrocedí.
-Dame tiempo...
-¿Cuánto?-Preguntó.
-Al menos esta noche... necesito
pensarlo.
-Vale... mañana espero la respuesta.
Observé como Dylan se iba... Era una
estúpida.
¿Qué le iba a decir mañana? Bueno...
ya vería que excusa pondría.
Llegué a casa...
-¡Hola!-Dije al entrar.
Mi eco retumbó por todo la casa... No
me acordaba que no había nadie allí.
Cogí la maleta y comencé a llenarla
un poco. Serían muy pocos días por lo que no la llené demasiado.
Un coche pitó... Me asomé por la
ventana. Era el coche de mi rizos.
-¡Buenas!-Dije entusiasmada al verle.
-¿Ya tienes la maleta lista?
-¡Sí!
-Déjame que la meta en el maletero.
-Mejor la meto yo...
-¿Por qué?-Dijo éste mientras la
cogía. Casi se cae de espaldas.
-Pesa un poco...-Dije riendo.
-¿Te vienes a vivir para siempre a
nuestra casa?
-Más o menos... he dejado muchas cosas
en el armario así que no te quejes.
Los dos subimos al coche.
-¿Te gustan las hamburguesas?-Me
preguntó Harry mientras conducía.
-Sí...¿por qué?-Dije riendo.
-Es que no sabíamos que hacer de comer
para que te gustara...
-¡Pues habéis acertado!
-Bueno... en todo caso he acertado yo.
-No sé que haría sin ti...-Dije
mientras me apoyaba en su hombro.
-Eh...¿Qué te pasa?
-Son todo problemas... Primero mis
padres se van, luego Dylan. Estoy harta.
-¿Dylan?
-Sí... me ha preguntado que si quiero
salir con él.
-¡¿Qué?! ¿Y que le has dicho?
-Qué me lo tengo que pensar...
-Miriam no me digas que te...
-No, no me gusta.
-¿Entonces?
-No sé... tampoco quiero ser tan
directa.
-Sí quieres yo voy y se lo digo.
-Tu no hagas nada... mejor.
-Cómo quieras... pero si hace algo en
contra de tu voluntad. Lo mato.
-Te quiero.-Dije mientras apretaba
fuertemente su brazo.
Llegamos a la casa... No podía creer
quien estaba allí.
-¿Qué hace Ketza, aquí?-Le pregunté
a Harry.
-¿Cómo? ¿Ya conoces a la novia de
Niall?
En ese momento mi mundo se vino abajo.
(Narra Niall)
Por la mañana muy temprano salí a ver
a Ketza.
Habíamos quedado en un parque cerca de
casa para hablar...
Cuando llegué ella ya estaba allí.
-¡Hola! ¡Llegas tarde!
-Sí... disculpa.¿Llevas mucho tiempo
esperando?
-No... sólo cinco minutos.
-Entonces perfecto. ¿Te apetece ir a
ver una película o algo?
-Creo que tengo mejores planes-Dijo
ésta mientras se acercaba a mi y me besaba apasionadamente.
Kezta se detuvo y me miró fijamente...
No sé como, pero en ese momento no era Ketza quien estaba junto a
mí... si no Miriam.
Entonces fui yo quien la besó.
Al abrir los ojos supe que todo había
sido una mala pasada de mi mente... Había besado a Ketza y no a
Miriam como había imaginado.
-Niall... éste ha sido el mejor beso
de toda mi vida.
Yo no contesté.
-¿Qué te pasa?-Me pregunto Ketza.
-Nada... simplemente que besas muy
bien.
-Pues te puedo dar todos los que
quieras...-Dijo volviéndome a besar.
-Kezta yo...
-Niall... hay química entre nosotros,
no te digo que sea una relación seria por ahora, pero lo podemos
intentar ¿no?
-Sí...-Dijo yo.
Pasamos toda la tarde en un parque
hasta que me cansé de estar allí sentado.
-¿Te apetece venir a comer a mi casa?
-Por supuesto.
Los dos nos dirigimos hacía ella y una
vez dentro... la presenté como mi novia.
Todos me felicitaron... menos Louis y
Eleanor.
Harry salió a buscar a Miriam... hoy
era cuando se mudaba aquí. No se si podría soportar compartir el
mismo hogar junto a la persona que intentaba sacarme de la cabeza.
En menos de un cuarto de hora la puerta
se abrió... Harry y Miriam ya habían llegado.