lunes, 15 de abril de 2013

Cap 34.

-Hay una persona que os quiere ver.
-¿A nosotras?-Preguntó Rocío extrañada.
-¡No preguntéis más y entrad de una vez!
Le hicimos caso a Bruno, mi mirada iba dirigida a todas las mesas pero no conocía a nadie y como era de esperar nadie parecía tener interés en mí ni en Rocío.
-Bruno, aquí no hay nadie que quiera vernos...
-Larguémonos,anda.-Propuse yo.
-Perdón...¿vais a tomar algo? Es para que se quitéis del medio.
Yo me volví para plantarle cara a la borde camarera.
-No, pero tampoco me pienso quitar.
-¿Es así como tratas a una vieja amiga?
-¿Eh?
-¿Quién es?-Me preguntó Rocío.
-Perdona, creo que te confundes de persona... Yo ni siquiera soy de aquí-Dije aún en tono borde, pues seguía molesta por el comentario de antes.
-¿Enserio? Me voy del país,mis amigas se olvidan de mí y él único que me reconoce es el hermano pequeño de una de ellas... Estoy flipando.
-¿Sofía?-Rocío estaba embobada mirándola.
-Vaya, parece que empezáis a recordarme-Dijo con una magnífica sonrisa.
-No puedes ser tú, como has cambiado...
Ella hizo intento de abrazarnos pero yo retrocedí.
-Bueno, han pasado algunos años...
-Pero... desapareciste. Así como si nada.
-Tuve que irme.
-¿Por qué?-Pregunté.
-¿Os parece si tenemos esta charla después? Casi termino mi horario de trabajo.
-Está bien.
-Esperadme en el parque de la esquina, sirvo la última mesa y enseguida voy.
Rocío y yo asentimos.
Camino del parque nadie se atrevió a decir nada.
Sofía era una chica de padres adinerados, que cuidaban su gran reputación por encima de todo.
Siempre la tenían bastante controlada y odiaba eso... creo que eso fue lo que la condujo al mundo del alcohol y las drogas. Eran su único refugio hasta que...
-Desaparecí.
Me entró un gran escalofrío pues era como si hubiera estado escuchando mis pensamientos.
-Desaparecí... me obligaron a hacerlo.
-¿Quién? ¿Por qué?
-Mis padres, ¿quién si no?
-Imposible, el día que te marchaste ellos estaban destrozados...
-Dijeron que los abandonaste-Concluyó la frase Bruno.
-¿Enserio?Veo que no han cambiado... Bah, no sé de qué me sorprendo, siempre tan mentirosos y patéticos.
-¿Qué fue lo que pasó, Sofía?-Preguntó mi amiga para ahorrarle el sufrimiento que le hacía recordar las virtudes de sus padres.
-Sabéis la historia... bueno, parte de ella. Padres ricos, hermano perfecto y la simple niña rebelde que sólo sabe causar problemas.
-Sofía, sabes que tú no eres así...
-Para ellos sí, por favor dejadme continuar.
Asentimos.
-Comencé a tomar alcohol y a fumar hierba... como pasatiempo, por lo menos colocada no pensaba en la mierda de vida que llevaba y las discusiones en casa se hacían más llevaderas.
La envidia me cegaban a cada instante y no soportaba veros juntas, las charlas constantes de lo que debía hacer y lo que no... todo me llevó a descargar contra ti, Miriam.
Yo agaché la cabeza.
-¿Por qué, qué paso?-Preguntó Bruno.
-Discutí con ella, enano. Me desfogué esa noche con una de mis mejores amigas y no sabes cuanto lo sentí...
-Fue la última vez que te vi.-Recordé con tono serio.
-Sí, después de pelearnos me fui a hacer lo normal en mi vida diaria...
Cuando terminó la noche no podía ni contenerme en pie y...-Comenzó a llorar.
-No tienes por qué hablar de ello-Dijo Rocío abrazándola.
Yo me quedé en el mismo sitio dónde me encontraba.
-Necesito hacerlo. Esa noche camino de casa vi a varios chicos al final de un callejón, los conocía y por eso no cambié de calle, aunque me resultó raro verlos allí.
Me rodearon entre todos, yo creía que bromeaban pues iban igual de fumados que yo, hasta que comenzaron a besarme y a quitarme la ropa bruscamente. Chillé con todas mis fuerzas pero era de madrugada y no había nadie a quién pedir ayuda.
Enmudecí.
Llegué a casa al día siguiente, no quise decir nada... me sentía sucia conmigo misma. Al cabo de un tiempo sentí como algo cambiaba dentro de mí, sentía náuseas constantemente...
-¡¿Te quedaste embarazada de uno de esos cabrones?!
-Sí... no pude ocultarlo por mucho tiempo, mi madre contrató a un médico que hizo el trabajo sucio por cuatro duros, perdí al bebé y me mandaron con mi abuela para evitar que la historia se supiera y hasta hoy...
-¿Por qué no nos buscaste?-Le reprochó Rocío.
-¿Podía hacerlo? ¡Me porté como una mierda aquella noche!
-Sabes que me dolió mucho lo que me dijiste... pero eras mi amiga por encima de todo, jamás te hubiera dado de lado.
-Lo sé. ¿Me perdonas?
Me levanté de mi asiento y por primera vez en mucho tiempo abracé a mi amiga.
-¡Basta de lágrimas! ¡¿Qué hacéis aquí?!
Pasamos toda la mañana juntas, teníamos mucho de que hablar.
-¿Tienes novio Sofía?-Le preguntó Bruno.
-¡Pero bueno! Que cotilla...-Dijo su hermana dándole una colleja.
-No, me declaro la mujer que más odia a los tíos.
Bruno la miró con cara seria.
-Menos a ti...estás buenísimo.
-Tía, que es mi hermano, un respeto...
Todos reímos ante el comentario.
-¿Y ustedes?
-No, pero estoy disponible para cualquiera.-Respondió Bruno.
-Yo supongo que... me uno a mi hermano.-Dijo Rocío entre risas.
Las miradas se posaron en mí.
-Yo... mejor no hablar.
-¿Tan mal te va?
-Digamos que -37937297392-Contestó Rocío.
-¡Oye!-Dije dándole un pequeño pellizco.
-Bueno ya me contaras, se me hace tarde y mi abuela se preocupa mucho si no llego puntual...
-¿Sigues en las...?
-¿En las drogas? Para nada, mi abuela se encargó de hacer por mí lo que no hicieron los que me trajeron al mundo...
-Te queremos.
Nos despedimos por última vez y se marchó.
-Buah, creo que nosotros también deberíamos irnos... necesitamos estar frescos para nuestro primer día de instituto.
-¡Dios! ¡Yo mañana tengo un examen!
-No has estudiado nada, ¿verdad?
Hice una leve inclinación para contestar a la pregunta.
-Pues nada, ¡a estudiar mucho! Mañana nos vemos.
Me despedí de los dos y salí pitando a casa.
-¡Hola chicos! ¡Adiós chicos!-Dije subiendo apresuradamente a la habitación que me correspondía.
-Miriam, necesito hablar contigo.
-Sí, Harry yo también creo que necesitamos hablar pero en este momento no puedo...
-¿Me estás evitando?
-¿Qué dices?
-Entonces, ¿qué te pasa?
-Tengo mañana un examen de historia y digamos que no he abierto el libro para nada.
-Si quieres te puedo ayudar...
-¿Sabes algo de la 1º Guerra Mundial?
-Cariño, ¿sabes con quién estás hablando? Estás hablando con Don Harry Edward Styles.

-Vale... no tienes ni puta idea, ¿verdad?
-Que sí tonta, enséñamelo.
Entramos en mi habitación y le entregué la libreta de apuntes.

Harry se le contagió la canción y acto seguido comenzó a cantarla en voz baja mientras miraba mis apuntes.



Me quedé observándolo, era tan perfecto...
-¿Miriam has entendido algo?
-Eh... no.
-Haber...préstame atención ¿vale?

Me reí un poco, parecía irónico que me dijera eso cuando no podía quitarle la vista de encima.
-Vale, hay que ver que serio te has puesto.
Él me sonrió.

Estuvo explicándomelo todo, yo no quitaba los ojos de aquella libreta pues me intimidaba bastante cuando me miraba fijamente con esos ojazos.

-Creo que ya lo tengo claro.
Parece ser que lo dije todo al revés pues Harry se rió de mi.
-¿Sabes qué? ¡Se acabó! Paso de historia...
-Seguro que lo haces genial.
-¿Enserio?-Dije esperanzada.
-No, pero soy único en dar ánimos, ¡eh!

-Vete un poco a la mierda...
-¡Esa boca!-Respondió una voz por el pasillo.
-¡Zayn! Dime que eres bueno en historia, ¡por favor!
Soltó una carcajada.
-Lo mío era y es el dibujo.
-Mierda, pedazo de cero voy a sacar...
-Creo que a Liam se le da bastante bien...
-¿Enserio?
Antes de que pudiera responder ya estaba en el salón junto a Liam.
-Necesito tu ayuda, señor padre.
-¿Qué has liado?
-Nada...
Le estuve explicando mi problema y aunque parezca mentira se me quedó en menos de diez minutos.
-¿Te he dicho alguna vez que te idolatro?
-Sí... me lo dices diariamente.
-¡Pues te lo repito!-Dije dándole un abrazo.
-¿Cómo has podido cambiarme por Liam?-Dijo la voz de Harry a mi espalda.
-Lo siento, rizos pero es mejor maestro que tú.
-No.
Puttin’ my defences up, cause I don’t wanna fall in love...
-¡Móvil sonando!-Gritó la voz de Niall.
-Mío, mío.
Niall ocultaba mi móvil detrás de él, yo intentaba cogerlo y nuestras narices se rozaron.
Fue un momento incómodo para ambos.
-¿Me lo das?
Niall me lo entregó sin problemas.
-¿Diga?...Sí, ahora me paso. Venga, hasta ahora mamá.
-¿Que quería?-Me preguntó Niall.
-Me echa de menos, quiere que vaya a pasar la tarde con ella.
-Cosa de madres...
-Sí, creo que esta noche me iré a pasar la noche allí... no esperadme para comer.
-Genial, así tengo más comida para mí...
-Glotón.
Ese fue el fin de mi día, como era de esperar cené en casa de mis padres y pasé la noche allí.
Mañana sería otro gran de aquella vida que jamás hubiera podido creer que viviría, ¿una vida de ensueño? Bah, Miriam... aún te queda mucho por vivir, demasiado...


Foto de Sofía:

martes, 9 de abril de 2013

Cap 33.

-Entra, anda.-Me susurró.
-Voy a entrar pero...-Le dí un pequeño empujón con la almohada y me metí en su cama.
-¿Qué haces?-Preguntó él divertido en la puerta.
-Quitarte la cama.
-¿Y yo dónde duermo?
-No sé, búscate la vida. Eres famoso, eso te da ciertos privilegios...
-¿Ah, sí?
Vi como Niall se acercaba a la cama...
-Ni se te ocurra pensar que vamos a dormir juntos.
-Pues todavía no has visto lo mejor...
Acto seguido Niall se empezó a desnudar.
-¿A qué juegas?
-No puedo dormir con ropa... lo siento.
-Mientras que sólo te quites la camiseta...
-¿Me haces un hueco?-Me preguntó al pie de la cama.
-Por supuesto... que no.
-Como quieras.-Dijo tirándose encima de mí.
Yo lo esquivé y al girarme... bruscamente me caí de la cama.
-¿Estás bien?-Me preguntó.
Una carcajada mía le bastó para que él riera también.
¿Me podrías ayudar a levantarme,no?
-Vale... como quieras.
En ese mismo instante, Niall estaba frente a mí como Maura lo trajo al mundo.
-¡Tápate! Dije intentando no verle.
-¡Pero si tú eres la que quería que me levantara a ayudarte!
-¡Pero con ropa!
-¿Segura?
-Yo... Yo...¡Pues claro! Para lo que hay que ver...
-¿Ah sí? Lo mismo digo...
-¿Qué? Más quisieras, chaval.
-Sí... já. Las tengo coladas por mí y mucho mejores.
-¿Mejor que esto?-Estaba indignada y sin pensar me quité la parte de arriba del pijama.
Niall abrió los ojos como platos y se abrió la puerta.
-Rubio, sabes dónde está...¿Miriam?-Danielle se quedó sorprendida al verme en sujetador y a Niall tapado en la cama con los boxers encima de la mesita de noche.
-Dani, te lo puedo explicar...-Dije vistiéndome.
-Yo mejor me voy...Lo siento, no quería interrumpir.
La puerta se cerró.
-Mmm... creo que se ha pensado que tú y yo...
-Sé perfectamente lo que ha pensado.
Niall reía descontroladamente.
-No sé de qué coño te ríes... yo no le veo la gracia.
-Yo sí, lo siento.
-No te soporto, me voy a buscar a Dani.
La casa estaba completamente en silencio, supongo que la fiesta ya había acabado.
Bajé y me sentí bastante mal al ver a todos los chicos limpiando, Dani me miró con una risilla.
Me acerqué a ella, aparentando que recogía los restos de la fiesta.
-No es lo que crees... te lo juro. Me sacó de mis casillas y...
-Miriam, enserio. No tienes por qué disculparte. Todos en esta casa lo hacemos, es normal.
-Pero es que yo... ¡NO IBA A HACER NADA!
-Claro, claro. Oye, ¿estaís juntos?
-Ehh, no. ¡Danielle!
-Ya, vale... te creo.
-Cambiando de tema, ¿dónde está Harry? No le veo por aquí.
-Ha ido a acompañar a tu amiga Rocío.-Respondió Zayn desde lejos.
-¿A su casa?
-Supongo.
Me sentó mal y no sabía por qué. Harry, mi mejor amiga...
-Creo que me voy arriba, Angy está en mi cuarto y no quiero dejarla sola.
-¡VALE! ¡Que descanses!
-Hasta mañana.

(A la mañana siguiente)
-¡Buenos días!
-Hola-Contesté de mala gana a Harry.
-¿Te pasa algo?
-Nada. Ayer te estuve buscando, no estabas.
-Sí, es que fui a casa de tu amiga, era muy tarde y...
-Ya ya, la acompañaste.
Me fui a la mesa pues ya estaban hechas mis tostadas.
-¿Puedo preguntar por qué estás de tan mal humor?
-Dolor de ovarios, fatiga, cosas de chicas.
-Entiendo...
Dejamos de hablar, yo terminé antes de que los demás llegaran y comenzaran a desayunar.
Llamaron al timbre. Harry se apresuró a abrir.
-¡Hola! ¡Llegáis justo a tiempo!
-¡Genial!
-Chicos he invitado a desayunar a Rocío y a su hermano, espero que no os moleste.
-Para nada...
-¡Bruno! ¡Qué alegría!-Grité al verle.
Los dos nos fundimos en un tierno abrazo.
-¡Para! Me vas a asfixiar...-Respondió él.
Intenté saludar a mi amiga como si nada, pero creo que ella notó que algo no iba bien.
-Voy a vestirme mientras desayunáis. Enseguida bajo.
Me puse esto:


Y a la velocidad de la luz bajé las escaleras.
-¿Vamos a dar una vuelta? ¡Quiero conocer Londres!-Propuso Bruno.
-Por mí genial-Contesté.
-¿Rocío te quedas?-Le preguntó Harry.
-No, mi madre me ordenó que no me separara de mi hermano para nada y ayer ya lo dejé solo.
-Pero va con Miriam...
-Puedo llegar a ser muy mala influencia, aviso.
-Mañana nos vemos, ¿vale?-Propuso Rocío.
-Eso espero, cariño.
Estábamos saliendo de la calle de los chicos cuando dije:
-Vaya, que bien os lleváis ¡eh!
-¿Te refieres a Harry? Sí, es un chico genial.
Nos paramos un momento en un puesto de granizadas.
Compré la mía y seguimos con la conversación...
-Sí... Te llevó ayer hasta tu casa, eso no lo hace cualquiera.
-¿Adónde quieres llegar?
-Pues nada, que os veo muy amigos para el poco tiempo que os lleváis conociendo.
-Miriam, ¿estás celosa?
-No, para nada. ¿Qué dices?
-Creo que Harry tenía razón.
-¿En qué?
-Que te gusta.
-¿Cómo?
-Sí, ayer cometí un error. Yo no sabía que...-Enmudeció.
-Rocío, habla.
-Es que le prometí que no te contaría nada.
-Soy tu mejor amiga, dime que pasa aquí.
-Prométeme que disimularas y qué harás como que no sabes nada.
-Pero...
-Prométemelo.
-Está bien, te lo prometo. Ahora dime.
-Veras, ayer cuando te ayudé con Niall hice un comentario a Harry...
-¿Cuál?
-Que estabas colada por el rubio y que erais la pareja perfecta.
-¿Y bien?
-Pues Harry se puso furioso y dijo que no era verdad, que no podía ser verdad y me lo confesó todo.
-¿Puedo entrar a ese Starbucks? Nunca he entrado a uno...-Interrumpió Bruno.
-Entra a dónde te dé la gana, Londres es tuya.-Rocío le dio dinero a su hermano pequeño y éste se esfumó.
-Sigue, por favor.
-Esto es muy fuerte, amiga... verás, me confesó que él estaba...enamorado de ti.
¡¿QUÉ?!-Dije escupiendo la granizada que tenía metida en la boca.
-¿Enserio? ¿No sospechabas nada?
-Haber... es mi amigo, mi mejor amigo. Tú y yo sabemos lo ligón que es... pensé que lo que decía y hacía no iba enserio.
-¿Y tú que sientes?
-Quiero a Niall.
-Ese es el problema, dices que quieres a Niall pero mira como te has puesto al creer que Harry quería algo conmigo.
-¿Al creer? ¿Todo el numerito de antes era una falsa?
-¡Pues claro! Hicimos una apuesta, me dijo que tú sentías algo por él y que me lo demostraría.
-¿Y por qué aceptaste? Se supone que eres mi amiga...
-¡Jamás pensé que él tendría la razón!
-¡Y no la tiene!
-Miriam, ni tú misma sabes lo que sientes...
-Sé que amo a Niall... lo sé.
-Eso no te lo discuto, pero qué pasa con Harry...¿Qué sientes por él?
-No lo sé, le quiero... pero a Niall le quiero más.
-¡Chicas, venid!-Gritó Bruno eufórico desde la puerta del Starbucks.
-¿Qué le pasa?-Pregunté atónita a su hermana.
-Se habrá metido en líos como siempre.
Salimos corriendo hacía él.
-¿Qué has liado?-Le preguntó Rocío.
-No seas ridícula, no he hecho nada.
-¿Entonces?
-Hay una persona que os quiere ver.


Aquí os dejo una foto de Bruno.

PD: En el capítulo siguiente conocereís más personajes y habrá mucha más acción. No olvidéis  dejar abajo vuestra opinión sobre el capítulo o la novela en general. Gracias por todo el apollo recibido hasta ahora <3

domingo, 17 de marzo de 2013

Cap 32.

No podía ser cierto... Era imposible.
-¡Rocío!
Me abracé a ella como una desquiciada.
-¿Pensabas que ibas a vivir la experiencia de tu vida sin mí? Já, ni lo sueñes.
-¡Maldita! ¿Cuánto tiempo te quedas?
-¡Me han dado una beca! Así que no tengo fecha de regreso.
-¿Enserio? ¡Dios!
-Sí, y al tonto de mi hermano también.
-¿Bruno? ¡Qué ganas de verle!
-Quería venir, pero... no podía arriesgarme a que lo vieras. Tiene un cabreo enorme.
-Mañana iré a buscarle.
-Bueno, ¿y no me piensas presentar a mis ídolos?
-¿Estás preparada?
-Qué coño, estoy muy nerviosa.
-¡Chicos!
Todos estaban detrás de mis padres y al llamarlos se acercaron a nosotras, Niall también estaba.
-Esta es Rocío. Mi mejor amiga.
-Miriam, tu amiga no respira.-Dijo Louis.
-¡Niña!-Le grité dándole un gran zamarreo.
Los 4 me miraron extrañados ya que lo dije en español. Niall parece ser que me entendió pues reía sin parar.
- ¡AH!,¡Qué guapos sois!
-No más que tú.-Respondió Liam.
-¿Puedo abrazaros?-Preguntó Rocio.
-¡Claro!-Dijeron los 5.

(Narra Niall)
Miriam estaba feliz, tenía a su mejor amiga con ella.
Me encantaba verla sonreír, su sonrisa era mi droga, sin ninguna duda. Tenía ganas de besarla, y cuando hablaba en español era tan...¿Irresistible?
Estaba loco por ella.

(Narra Miriam)
Mis amigos trataron a Rocío como una más, pero no tardaron en perderse por la fiesta.
-¡Esto es genial! , ¿verdad?
-Sí...
-¿Qué te pasa?
-Tengo mucho que contarte.
-¿Amor, a que sí?
-Supongo.
-Vamos al jardín y me cuentas.
Nos sentamos en el césped.
-Haber, pequeña...¿Qué te ocurre?
-Estoy enamorada...
-Lo sé, llevas dos años enamorada de Niall.
-No. No tiene nada que ver con lo que sentía antes de conocerle... Es algo único.
-¿Y? ¿No vas a salir con él? ¡Mi amiga con Niall James Horan! ¡Qué fuerte!
-No. Él no siente lo mismo.
-Tía, no me lo creo.
-Hoy me iba a besar... pero no lo hizo.
-Ese es tonto.
Me quedé paralizada, era la primera vez que mi amiga le decía tonto a uno de sus ídolos sin estar de broma.
-El problema es que yo quiero besarle... aunque sea una última vez. Sí, me puedes llamar gilipollas, si quieres.
-¿Que quieres besarle? Nos has jodido, ¡y yo!
Le miré con cara de enfado.
-¡Tengo una idea!

(Narra Niall)
Estaba con Liam, bailando. Rocío, la amiga de Miriam, vino a buscarme.
-¿Qué pasa?
-Es Miriam...
-¿Le ha pasado algo?-Pregunté angustiado.
-Tranquilo, sólo está un poco borracha.
-Esta niña no aprende nunca...¿Dónde está?
-En las escaleras del jardín.
No dije nada más y salí a buscarla.

(Narra Miriam)
Rocío me propuso que me hiciera la borracha.
-¿Qué? ¿Pero tú estás loca? ¡Eso nunca va a funcionar!
-Por mis ovarios, que funciona,cariño. Te lo prometo.
-No,no. Tu estás loca... ¡Acabas de llegar y mira la primera locura que piensas!
….....................
No sé cómo, pero le hice caso a mi amiga.
Al poco tiempo vi como Niall se acercaba.
Me tendí sobre las escaleras con la cabeza apoyada en la barandilla.
-¿Cómo te sientes?-Me preguntó al sentarse a mi lado.
-Estoy muy mareada.
-Sí, ya me contaron la borrachera que tienes.
Niall me ayudó a incorporarme y yo aproveché para acurrucarme junto a él.
-Ahora mismo te pido un café y ya te subes a dormir-Me propuso éste levantándome con él. Sus manos sostenían mi cuerpo.
Veía como mi oportunidad se iba... y tenía que actuar.
-No,es que... yo tengo muchas ganas de hacer algo. Desde que empezó la fiesta...
Le besé... pero él se alejó de mi boca.
-¿No te gusta que te bese?
-No, no es eso. Lo que pasa es que no me quiero aprovechar de ti, tú estás borracha y mañana cuando te acuerdes te vas a querer morir.
-Bueno, pero mejor no pienses en mañana, piensa en hoy.-Dije acercándome, sus manos me acariciaban la mejilla y yo volví a besarle y él me correspondió.
-Te quiero.
Lo dije sin pensar y reí sobre su hombro.
-¿Qué?-Me preguntó él con un gran asombro.
-Que te quiero mucho.


-Vale... ¿puedes dejar de mirarme así?
-Es que no me creo lo que has dicho.
-¿Por qué?
-Porque tienes novio y...
-No mientes a Dylan, no siento nada por él.
-Me he perdido-Dijo Niall con gesto serio.
-¿Conoces el dicho de un clavo saca a otro clavo?
-Sí...
-Pues tómalo como ejemplo a esta situación.
-¿Entonces yo soy un clavo?-Dijo éste riéndose de mi.
-No, eres el tonto al que siempre he amado.
-¡Hola, chavales!-Gritó la voz de Angy.
-Shh, cállate-Le gritó Nere junto a Jack.
-¿Qué le pasa?-Preguntó Niall al verla.
-Está como una cuba.
-Como Miriam.- Respondió él.
Yo me avergoncé y mire hacia el suelo.
-¿Lo sabe Cheryl?-Pregunté.
-No, si se entera la mata, ya sabes lo protectora que es con su prima.
-¡Eh! ¡Que yo ya soy muy grandecita para saber lo que hago!-Chilló Angy.
-Ahora mismo presentas mucha credibilidad, guapa.-Le contestó Nere.
-Subamos y así la acostáis en mi habitación-Dije.
-¿Y tú dónde vas a dormir?-Preguntó Nere con una sonrisa pícara que Niall tomó al vuelo.
-Creo que tengo un hueco para ella en mi habitación.
-Já, ni lo sueñes. Antes prefiero dormir en el pasillo-Dije tomando la delantera y apresurándome hacía los dormitorios.
-¿Qué te pasa cascarrabias?-Me preguntó al cogerme por la cintura.
-¿Qué te importa?-Le contesté yo.
-¿Te has enfadado por lo que he dicho?
-Déjalo, voy a ayudar a Angy.
-Te acompaño, no vaya a ser que te pierdas.
-¿Siempre eres tan capullo...O haces cursillos?
-Tonta-Dijo besándome en la nariz y acto seguido ayudó a los chicos a transportar a Angy que no podía ni sostenerse en pie.
Abrí la puerta de mi cuarto y encima de la cama encontré el regalo de Louis.

-¡Pedazo de oso!-Dije eufórica.
Niall sin saber que era un regalo lo tiró bruscamente de la cama para acostar a Angy.
-¡EH! Menos con el señor Boo.
-¿Boo?-Preguntó.
-Es el regalo de Louis.
-Entiendo-Dijo riéndose.
-Miriam, nosotros nos vamos a la fiesta, no quiero que sospeche Cheryl.-Me sugirió Nere.
-Sí, es lo mejor. Decirle que se queda conmigo o algo.
-Es lo que pensábamos hacer-Se burló de mi Jack.
-¡Hala! ¡Para afuera!-Dije echándolo por burlarse de mí.
-¡Qué genio!-Dijo tirado en el sofá Niall.
-Es lo que hay.
-Yo me voy a mi cuarto, ¿te vienes?
-No.
Oí unos ronquidos, era Angy.
-Dios, lo que me faltaba...
-¿Enserio, no prefieres venirte a dormir conmigo?
Le tiré una almohada como respuesta.
-Entendido, ya vendrás a mí-Dijo éste cerrando la puerta con una risilla.
 
Me puse un pijama y intenté dormir en el sofá.

Cosa que no pude por dos razones:
1- El olor al perfume de Niall.
2- Los ronquidos de Angy.
Un mensaje me llegó al momento que decidí salir a dormir al pasillo.
-¿Cómo ha salido mi plan?
-Más que perfecto, gracias por todo amiga.
-¿Y dónde estás?
-Durmiendo en el pasillo, ya te contaré mañana.
Mi móvil se quedó sin batería, muy típico en él.
(Narra Niall)
Me puse el pijama y me tendí en la cama.
Intenté quedarme dormido pero el beso de Miriam y los momentos de la noche venían a mi cabeza sin dejarme pegar ojo.

Escuché un ruido en el pasillo.
Me levanté y al abrir la puerta me encontré con una gran almohada y a Miriam tendida sobre ella.
-¿Qué haces aquí?-Dije riéndome de ella.
-Intentar dormir.
-¡Un lugar muy cómodo, eh!
-Ella se volvió hacía el lado opuesto a mí.
-Entra, anda.-Le susurré.
 

viernes, 18 de enero de 2013

Cap 31.

Estaba bailando con Mike y de repente allí se encontraba él, frente a nosotros.
Lo único que hice fue apretar fuertemente a Mike, pero éste me soltó al instante y me dejó en manos de Niall.
-Yo no sé bailar esto-Le confesé tímidamente.
Se le escapó una sonrisa mientras me cogía dulcemente de la cintura y con su otra mano sujetaba la mía.
Estábamos tan cerca que nuestros alientos se entremezclaban.
-Esta noche es perfecta-Susurró en mi oído.
-Falta algo para que lo sea.
-¿El qué?-Me preguntó.
-Que Ketza se vaya, no soporto tenerla...
-Te entiendo, yo haré que se marche-Dijo interrumpiéndome.
-¿Harías eso por mí?
La canción finalizó.
-¡Me toca bailar con la cumpleañera!-Exclamó Liam.
Antes de irse, Niall respondió: - Eso y cualquier cosa.

-¿Por qué ha dicho eso?
-Niall, está loco.
-Sí y creo que por ti-Respondió éste dándome un codazo y así bailamos al ritmo de la música.

(Narra Niall)
¿Dónde estaba Ketza? Tenía que buscarla y pedirle que se fuera de alguna manera pero ¿Cómo?
-Ya estoy aquí, mi amor.
-Te estaba buscando.-Le dije.
-¿Me echabas de menos?
-No, bueno sí, pero necesito que... que te vayas.
-¿Estás de broma, verdad?
-No es por mí, pero ya sabes que Miriam y tú no se lleváis nada bien.
-¿Por ella me estás echando?
-No, no te estoy echando...
­-¿Ah, no? ¿Por qué no eres sincero? ¡Admite que te gusta!
-Ketza, no sigas.
-¡Eres un cobarde!-Dijo mientras de daba una bofetada.
-¿Sabes qué? Ya estoy harto de tus celos. Se acabó.
-¿A qué te refieres?
-Que ya no aguanto más. Fin de la historia.
-¿Estás cortando conmigo?
-Exacto.
Ketza se fue echa una furia... me había quitado un gran peso de encima.

(Narra Miriam)
Estaba bailando con los chicos y Niall pasó por mi lado y me explicó que Ketza ya se había ido.
-¿Puedo hablar contigo, un momento?-Le pregunté.
Niall asintió y nos apartamos del gentío.
-¿Qué pasa?
-Tengo una duda.
-Dime.
-¿Por qué me ayudaste con Ketza?
-Es tu fiesta, hoy es tu noche.
-Pero ella es tu novia...
-Lo era.
Al decir esas palabras me sentí feliz. ¿Habían roto?
-¿Cómo? ¿No estás con ella?
-No.
-¿Puedo preguntar el motivo?
- No me gustan las personas tan celosas y controladoras, creo que tu me entiendes. Somos iguales en ese aspecto.
-¿Y solamente lo hiciste por eso? ¿O hay algo más?
-Lo hice por algo que no se puede describir con palabras.
-Entonces... dilo como puedas.
-¿Estás segura?
-Sí.
Él se acercó a mí, me iba a besar. Yo cerré los ojos, esperando que sus labios rozaran los míos pero nunca sucedió.
-¿Qué pasa?
-Que ya cometí el error de besarte dos veces y no lo pienso volver a cometer. Perdón. -Niall se fue.
Me sentí como una idiota. Nada me podía alegrar en ese momento pero como siempre, volví a equivocarme.
-¡Hora de abrir los regalos!-Gritaron Anne y mi madre.
Antes que pudiera decir nada, Eleanor y Dani se acercaron a mí.
-¡Toma! Esperamos que te guste.
Las vi tan emocionadas que me tragué mi orgullo por primera vez y lo acepté.
Al abrirlo había 3 colgantes. Uno para cada una.

-¡Os quiero!-Dije al abrazarlas.
Cada una cogió uno y se lo puso diciendo estas palabras.
-Siempre...-Dijo Danielle.
-Estaremos...Continuó Ele.
-Juntas.-Agregué yo finalmente.
-¡Ahora me toca a mí!-Gritó Louis.
Sólo me dio un beso en el cachete.
-¿Ese es mi regalo?-Pregunté riendo.
-¡No! Está en tu cuarto. Era muy pesado para traerlo hasta aquí.
-¡Gracias,Boo! Siempre me dejas intrigada... maldito.
-Es lo que tiene ser Louis.
-No, es lo que tiene ser Tommo.
Lou me dio un gran abrazo.
-¡Miriam! Esto es para ti...-Dijeron a la vez Zayn y Perrie.

-´´Siempre en mi corazón´´-Leí.

-Sí, y las alas son porque llegaste de la nada, algo así como un ángel y te has convertido en una personita imprescindible en nuestras vidas-Afirmó Zayn.
-¡Exacto! ¿Prométeme que jamás te olvidarás de nosotros?-Preguntó Perrie.
-Jamás podría olvidarme de ustedes. Os adoro con todo mi corazón-Dije abrazándolos fuertemente.
-¡Eh! ¡Que yo también quiero!-Gritó por detrás Harry.
-¿Tú también me has hecho un regalo?-Pregunté con una gran sonrisa.
-¡Claro! Toma espero que te guste... yo ya lo tengo puesto.
Era un colgante con un pequeño avión de papel.

-¿Qué significa?-Pregunté tímidamente.
-Gracias a un avión, conseguí encontrar a la chica más perfecta de este mundo.
Mis ojos se iluminaron, no quería llorar y sabía que podía ocurrir de un momento a otro.
No encontraba palabras... sólo pude decir:
-Te quiero.
Era el te quiero más sincero que jamás haya podido decir a nadie.
-Siempre y para siempre-Agregó él dándome un fuerte beso en la cabeza.
Liam se acercó.
-Es hora de entregarte el mío, princesa.

-¿Una tarta de todos nosotros? Dios... eres el mejor Liam. ¡Muchísimas gracias!
-¿Te gusta?
-¿Bromeas? ¡Es la mejor tarta del mundo!
En ese momento un regalo enorme apareció a mi lado.
-¿Y esto?
-Es el nuestro.-Dijeron mis padres, alegres.
-¿Se habéis vuelto locos? Es enorme...-Al tocarlo éste se movió.
Casi me da un infarto, no lo podía creer...¿qué era aquello?
-Miriam, sigue abriéndolo.- Me dijo mi padre.
Le hice caso aunque con un poco de miedo y logré abrirlo.
-¿Ahora una caja, gigante? Estáis de broma, ¿no?
-Ya falta poco-Aseguró mi madre.
Me acerqué y en ese momento apareció mi regalo.
No podía ser cierto... Era imposible.

jueves, 3 de enero de 2013

Cap 30.

Me levanté más temprano que de costumbre, me duché,me quité el pijama y me puse esto:

No podía creer que ya tuviera 17 años.
Encendí mi ordenador... vi algunas felicitaciones, lo volví a cerrar. ¿Qué tenía de bueno cumplir años? No lo entendía.
Me tendí de nuevo en la cama y alguien llamó a la puerta de mi habitación.
-Pasen-Dije mientras me tapaba con las sabanas.
No tenía ganas de nada.
-Miriam... esto te lo manda Dylan.
Volví la cabeza hacía la voz y allí estaba Niall sujetando una bandeja con el desayuno y una pequeña rosa.
-¿Tú crees que soy tonta?
-¿Por qué? -Respondió éste, dejando la bandeja en una silla y sentándose en mi cama.
-Porque él ni siquiera se encuentra aquí y además... nunca te prediría que me trajeras algo y creo que tu tampoco aceptarías. Se odiáis.
Niall soltó una risilla.
-Bueno, pues me descubriste. Pero no te vayas a enfadar, hoy es un día muy especial para ti.
-¿Por qué me mentiste? ¿Para qué me dices que Dylan me lo manda?
-Porque si yo fuera tu novio, yo haría esto por ti-Respondió él mientras cogía la rosa y me la entregaba.
-Feliz cumpleaños-Dijo mientras me daba un dulce beso en el cachete y se iba.

Un cosquilleo me subía por el estómago. Ojalá y algún día pudiéramos estar...¿juntos?
-Miriam, apenas cumples 17 y ya estás chocheando-Dije riendo.
Estaba nerviosa y decidí que lo mejor sería ir al jardín o ver la tele.
Me crucé con todos los chicos pero ninguno dio muestras de acordarse que hoy era mi cumpleaños... ni siquiera Harry.
Bueno, es mejor así-Pensé.
-¡Miriam! ¿Nos acompañas a comprar ropa?-Preguntó Danielle mientras yo asustaba a Liam con una cucharita.
-Pensaba en hacer las maletas. Hoy vuelvo a casa.
-No digas tonterías ya estás en casa-Dijeron Perrie y Eleanor.
-Gracias, pero hoy vuelven mis padres y tengo que estar en casa para cuando lleguen.
-Anda, vete con las chicas... después te llevamos a casa.-Respondió Louis.
-Bueno... está bien.
Me llevaron a una de las tiendas más caras de Londres.
-¿Qué vais a comprar, locas?-Pregunté sorprendida.
-Ya lo verás.
Al entrar vi un precioso vestido... me enamoré.
-¡Guau!-Dije.
-¿Qué te pasa? ¿Tienes complejo de perro?-Preguntó Perrie con una risita.
-No, tonta. Mirad ese vestido... es precioso.
-Pues para ti-Respondió Danielle.
-¿Estás majara? No tengo dinero para pagarlo.
-Pero nosotras sí.
-Ni de coña, no pienso dejar qué me regaléis una cosa así.
-Señorita, queremos este-Dijo Eleanor a la dependienta.
-¡Buena elección!
-Claro, como no es caro...-Respondí yo por lo bajo.
Eleanor me dio un codazo.
-Señora, perdone a mis amigas. Pero no queremos el vestido.
-Miriam, ¡cállate!
-Vamos a buscar otros para nosotras.
Las chicas escogieron unos vestidos increíbles al igual que sus zapatos a juego.
-¿Te gustan nuestros vestidos?-Preguntaron las tres.
-¡Estáis preciosas!
Cuando terminaron de pagarle a la dependienta yo estaba muy enojada con ellas... odiaba que tuvieran que gastarse dinero en mí. Pero también estaba agradecida por el regalo.
-Bueno, vamos a casa-Dije al montar en el coche.
-Yo he pensado en ir a mi casa, bueno la de mis padres... Necesito una tarde de chicas-Propuso Danielle.
-¡Claro,vamos!-Gritaron Perrie y Ele.
-Pero después nos vamos a casa, ¡eh!-Dije yo.
-Qué si...-Respondió Dani.
La casa de Dani era muy bonita y también grande.
-Veo que mi padres no están, mejor. Así tenemos la casa para nosotras solas.
-¿Nos probamos los vestidos?-Sugirió Ele.
-¡Vale!-Gritamos las tres.
Las chicas estaban sorprendentes y yo me veía como una renacuaja al lado de ellas.
-¡Qué guapa, Miriam! Dios...-Exclamaron al verme.
-No seáis exageradas...
-¡Toca pintarse!-Dijo Perrie.
-¿Para qué?
-Para vernos más bellas aún-Complementó Dani.
-Como queráis...-Susurré yo.
Nos llevamos más de una hora en maquillarnos... y por último las chicas propusieron para terminar de estar perfectas... el peinado.
Dani fue la primera en terminar... ya que su pelo siempre estaba rizado de forma perfecta.
Después la siguió Ele... que solo se planchó el pelo. Adoraba su pelo.
Perrie se hizo un recogido bastante bonito y yo... yo solo me cepillé el pelo.
-¿Miriam?
-Chicas, que más da. Solo nos estamos probando unos vestidos...
-No, no. Yo te peino-Afirmó Perrie.
No sé como podía peinar tan bien... era sorprendente.
-Y ahora... toca ir a casa-Dijo Ele.
-¿Vestidas así?-Pregunté yo.
Se habían vuelto locas.
-¡Sí! Verás cuando nos vean los chicos-Respondió Danielle.
-En fin...
Así ibamos cada una.
Danielle:

Perrie:

Eleanor:




Yo:


En unos pocos minutos habíamos llegado. Todo estaba muy oscuro.
-¿Qué hora es?-Preguntó Ele.
-Las nueve y media-Dijo Perrie mirando su reloj.
-¡Perfecto!-Afirmaron las tres a la vez.
-Qué raras sois...-Dije mientras me bajaba del coche.
Cuando iba a llamar a la puerta, Perrie gritó:
-¡El bolso! Me lo he dejado en el coche.
-Te ayudo a buscarlo...-Propuso Dani.
-Yo voy a llamar a mi madre... que aquí no tengo cobertura.
Las chicas se fueron y yo llamé rápidamente a la puerta... pues me estaba congelando. Al llamar la puerta se abrió.
-¿Quién habría sido el tonto que había dejado la puerta abierta?-Pensé.
Al entrar, la luz se encendió y con ella un grito de:
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MIRIAM!
Me quedé paralizada, la casa no podía estar más llena de gente.
-¿Qué es todo esto?-Pregunté riendo a ver globos, camareros y luces por todas partes.
-¡Tu fiesta de cumpleaños, amor! Estás preciosa...-Respondió mi madre.
-¡Mamá! ¿Tú sabias esto?
-Claro, desde un principio.
-Os mato...-Contesté al abrazarla.
-¿Te gusta la sorpresa?-Preguntaron unas voces atrás de mí.
Eran las chicas.
-No me creo esto. Ni siquiera conozco a la mitad de personas que hay aquí.
-Tranquila, son amigos nuestros.
-¡Hola! ¡Feliz cumpleaños!-Gritó Nere junto a los demás.
-¡Ustedes! Claro por eso no me cogíais el móvil... Sois de lo peor.
-Pero nos amas que es lo importante.-Añadió Cheryl.
-Sí, con locura...¿Y Dylan?
-No lo hemos invitado...-Respondió Dani.
-¿Qué? ¿Por qué no?
-Niall, no quiso.
-Genial, lo único bueno es que hoy no soportaré a Ketza.
-Oye, chicas. ¿Dónde está Niall?
No podía creerlo era Ketza.
-Vaya, que oportuna...-Dijo por lo bajo Ele.
-¿Has dicho algo?
-Sí, que está en el jardín.
-Gracias...-Respondió ésta mientras se marchaba.
-¿Alguien me explica de qué va todo esto?-Pregunté incrédula al ver a Ketza invitada.
Nadie habló.
-Vale, creo que Niall me lo explicará.
Estaba dispuesta a buscarlo... pero encontré a Harry sentado en un apartado rincón junto a Louis.
Decidí saludarlos y así evitar que la gente me siguiera felicitando.
-¡Buenas, chicos!
-¡Guau! Estás... hermosa.-Exclamó Harry al verme.

-Chicos, os dejo. Tengo una novia bailando sola por ahí... y no quiero romperle la cara a nadie.-Contestó Louis.
-Tienes toda la razón, Boo.
Louis se fue y yo me quedé junto a Harry.
-¿Te lo estás pasando bien?-Me preguntó.
-Sí, me siento rara... jamás he celebrado un cumpleaños.
-Eso es lo que más me gusta de ti.
-¿El qué? ¿Que soy un bicho raro...?
-No, que eres única.
-¡Miriam, ven!-Gritó mi madre.
-Voy...¿vienes?-Le pregunté a Harry.
-Sí.
Al llegar, la música paró y un foco de luz cayó sobre mí.
-¿Qué pasa?-Pregunté.
En ese instante una pantalla se encendió frente a mí.
Era un vídeo con fotos mías de cuando era pequeña.
-Hola, cariño. Te preguntarás que es todo esto... pero hoy llegó el gran día. Tengo tantas cosas que decir de ti que no sé ni por donde empezar.
Siempre has sido impulsiva, inquieta, un poquito cabezona pero sobre todo una niña muy rebelde...
Pero lo más esencial y hermoso que tienes, es que eres una persona llena de una luz que nos ilumina a todos los que estamos a tu alrededor.
Hoy, por fin, tienes una fiesta de cumpleaños... y aunque sólo falta un año para que seas mayor de edad, siempre vas a ser nuestra niña.
La imagen se distorsionó por un momento y yo no podía parar de llorar.
Mis amigos de España aparecieron en la pantalla.
-Miriam, nosotros también queríamos estar presentes en todo esto ya que aunque no podamos estar juntos en este día, queremos que tengas una parte de nosotros.
Gracias por todos los momentos que nos has dado, por cada sonrisa que nos has regalado, por estar siempre ahí.
Queremos que sepas que aquí todos te echamos de menos, que siempre te tenemos presente en cada una de nuestras conversaciones y que esperamos volver a verte muy pronto, amiga.
¡Feliz cumpleaños!-
El vídeo finalizó y yo me abracé a mis padres.
-Bueno, señorita. Creo que es mi turno.-Dijo Mike mientras se acercaba a nosotros.
-No te entiendo...
-Verás, nunca quisiste hacer fiestas en tu cumpleaños por lo que no tuviste baile de 15 años así que he decidido que lo tengas, ahora.
-No, yo no sé bailar esas cosas.
-A este baile no te puedes negar, además soy tu padrinito.
Mike me subió con él a la pista de baile, More than this comenzó a sonar.
(Narra Niall)
La fiesta estaba saliendo a la perfección, Miriam estaba radiante y más contenta que nunca.
Aunque Ketza estuviera todo el día a mi lado yo no paraba de contemplarla y sonreír como un tonto.
-Mi amor, voy a hacer una llamada. ¿Vienes?
-Prefiero quedarme aquí.
-Como quieras-Añadió Ketza.
Me situé frente al escenario junto a Louis y Eleanor. Miriam estaba bailando con Mike, arriba.
-Se te caerá la baba si no cierras la boca-Comentó Eleanor.
Yo guardé silencio.
-¿Por qué no bailas con ella?-Preguntó Louis.
-Estás loco, Louis.
-No seas tonto, anda sube.-Dijo éste empujándome y haciendo que subiera a la pista.